Mujer armada, hombre dormido

miércoles, 8 de junio de 2011


Por Malala González

No es la primera vez que Martín Flores Cárdenas realiza una dramaturgia a partir del universo literario de Raymond Carver. Pero en esta oportunidad nos sorprende aún más por cómo logra que su relato adquiera una forma singular y propia, más allá de cualquier hipo-texto sugerido. Algo de aquella ocasión anterior, Quienquiera que hubiera dormido en esta cama, es traspasado para completarse en esta nueva pieza; al tiempo que la estética abordada se afirma sólidamente. Veamos qué sabores y condimentos encontramos entonces en Mujer armada, hombre dormido.
Una escena inicial que nos plantea de manera delicada, sutil y brillante un plan de asesinato. A partir de allí le suceden otras tantas para lograr darle una vuelta de tuerca a esa situación primaria. En cada nueva situación se nos presenta un personaje que ha sido comentado en la escena anterior y así sucesivamente. De manera que el devenir escénico aparece primero desde lo verbal y luego adquiere forma y continuidad en lo inmediatamente representado. Un juego dramático que a medida que avanzamos en los casilleros (o escenas) va adquiriendo mayor sentido. Este sería el primer gustito rico que aparece.
Son historias de vida, de personajes, breves y mínimas. Donde cada vestuario empleado, cada modo de hablar y de moverse nos da un perfil preciso de cada personaje. Y aquí va el segundo ingrediente agradable por destacar: la actuación de Banus, López Moyano, Rodríguez y Pedersoli, quienes se encargan de dar vida a más de cuatro personajes (y no exagero, pues cada uno hace más de uno). Así, cada uno de ellos nos deja ver el propio disfrute de estar haciendo lo que hace, y en ese regocijo aparece un contagio de entusiasmo sobre la platea que contesta con risas y más de una carcajada. Las chicas del elenco se llevan la mejor parte, pues sus personajes permiten mayor claridad de definición entre sí, además de permitirles explotar y hacerse cargo de sus dotes naturales.
Tercer ingrediente óptimo: La poca escenografía/utilería, justa y necesaria para situar y contar algo más sobre estos seres. En ella aparece algo de la rareza de los muebles que Flores Cárdenas apostaba en Quienquiera…, la cual logra, además, transmitir lugar y época de cada situación. Asimismo, esta se encuentra apoyada por el vestuario impecable, la iluminación concisa y la música que embellece a cada imagen que acompaña.
Fin de la función. Salimos contentos, agradecidos, con ganas de recomendar esta pieza corta, pues, como frutilla del postre, les cuento que dura menos de una hora! Tiempo justo para ser deleitada de principio a fin.

FICHA TÉCNICA:
Dramaturgia y dirección: Martín Flores Cárdenas.
Elenco: Ximena Banus, Javier Pedersoli, Laura López Moyano y Germán Rodríguez.
http://www.alternativateatral.com/obra19756-mujer-armada-hombre-dormido

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